Viví cientos de nuevas experiencias: terminé mis estudios, empecé a ejercer mi profesión, lo sigo haciendo, me embriagué, bailé en una fiesta, salí con amigas, viajé, me puse de novia con un joven, viajé con ese joven, empecé baile, lo dejé, empecé arte, lo dejé, empecé el gimnasio, sigo yendo.
Fui buena, fui mala, fui muy confiada, fui muy desconfiada, fui celosa, fui a terapia, sigo yendo.
Empecé un montón de libros, no terminé ninguno, pero sigo leyendo.
Viví tanto en estos ultimos dos años, siento que más que en toda mi vida. Pasé tantas cosas, y sin embargo al leer mi ultimo posteo siento que soy exactamente la misma joven llena de inseguridades y miedos, y con el corazón roto.
Con miedo a la soledad, con miedo al abandono, con miedo a que me apuñalen por la espalda, con miedo de que un te amo se convierta en un "no te quiero ver más", con miedo de no ser suficiente, cansada de no ser suficiente ¿qué es ser suficiente?
Volvi hoy porque una persona que no me conoce para nada, una persona que veo dos horas cada semana y con la cual no hablo de asuntos personales se me acerco esta mañana, se sentó al lado mio y me dijo todo lo siguiente en una conversación en la que solo le respondí algunos sies, noes y "estás en lo cierto":
¿Porqué no confía en usted? ¿Por qué se siente sola? ¿Sabe que no está sola, no? Se tiene a usted, que es la mejor compañia. Tiene que conocerse mejor. Usted es muy mental, piensa mucho, no dice tanto. Sobrepiensa, se queda en el pensamiento. Tiene que pasar a la acción. Se le está pasando la vida haciendo algo que no le gusta. Está poniendo excusas. Ocúpese en lugar de preocuparse.
Esta personita tiene catorce años, es decir 11 años menos que yo, y me leyó sin que tuviera que decirle una palabra. "La observo, para conocer a alguien hay que observarlo" fueron sus palabras. Me dejó totalmente shockeada y siento que me prendió una lamparita.
¿A qué le tengo tanto miedo? ¿Por qué me siento tan sola? ¿Por qué soy tan infeliz?
Tengo un titulo, un trabajo, un novio que me ama, un techo, comida...
Y sin embargo, el título no es lo que pensaba, el trabajo me deprime, me cuesta horrores confiar en que mi novio me ama, me llevo mal con la comida, y la convivencia con mi familia aunque me duela admitirlo, me pesa.
Vacía es como me siento, vacía de motivaciones, de metas. No tengo metas, me siento perdida, lo que creí que iba a gustarme no me llena, pero tampoco sé qué es lo que me llena. Me angustia no tener garantías de nada, que nada sea seguro. Que el amor no sea para siempre, que la vida sea tan fragil.
Estoy como en otra crisis existencial. Espero resolverla esta vez, pero como me dijo Mia, me voy a empezar a ocupar en vez de vivir preocupada.