jueves, 27 de diciembre de 2018

Ya empezamos...


Con lo mismo de todos los años: mis metas para el año siguiente.
A raíz de una charla/discusión no tan discusión que tuve con padre, me surgió una angustia que ya la he sentido en otros momentos de mi vida, esa angustia que te genera saber que estás de más en un lugar, esa angustia que te genera saber que ese lugar es tu propia casa.
Como ya he escrito en otro post, tengo veinte años o eso asegura mi dni, soy estudiante universitaria y  estoy en tercer año de la carrera. No trabajo. Hasta ahora me mantienen una beca y por supuesto mis padres.

Para el próximo año solo tengo dos metas. Me va a costar un montón porque no estoy acostumbrada pero lo haré, me adaptaré.

*Conseguir empleo para costear mis gastos anuales y ayudar en la casa.
*Llevar la carrera al día.

Este segundo punto trae consigo algo importante, que es que tengo que aprobar TODOS mis exámenes en febrero. 7 de ellos.

Dios, me quiero morir de solo pensarlo, pero estoy ahí nomás, es el próximo año, uno más y YA. Tengo que ponerme las pilas y esforzarme un poco más. 

A veces pienso en mi vida y todo se vuelve gris y me engaño a mí misma diciendo que estoy cómoda en el gris… otras veces reflexiono y si pongo algo de esfuerzo puedo ver algunos colores provenientes de mi futuro, y son esos colores los que me mantienen esperanzada y con ánimos de seguir.

1 comentario:

  1. ¡Ánimo!

    Hay épocas grises y hay épocas de colores. No siempre se debe estar en una o en la otra. Hay momentos, y momentos.

    Espero logres tus metas.

    ¡Un abrazo!

    https://casisolomia.blogspot.com

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