already twenty one

Veintiún otoños han pasado, desde que cierta fuerza superior e indescifrable decidió ponerla en este mundo, en esta vida, en este lugar.
Veinte otoños sola, en el más frió paisaje azul
Diecinueve otoños atemorizada, entrando en un profundo pozo casi sin salida
Dieciocho otoños perdida, entre las expectativas de los demás y los sueños (eligió las expectativas)
Diecisiete otoños emocionada y aterrada, cerrando etapas, comenzando "a vivir"
Dieciséis otoños rechazada, por aquel Mr. Miradas
Quince otoños deprimida, sola, sola, sola, sola, sola, sola, sola SOLA, SOLA
Catorce otoños abandonada, por una de mis almas gemelas.
Trece otoños entre historias propias y canciones ajenas.
Doce otoños ingenuamente feliz.
Once otoños extremadamente feliz, entre páginas, y butacas de cine.
Diez otoños inocente, explorando mundos que no imaginaba que podían existir.
Nueve otoños alegre.
Ocho otoños, divertida, entre muñecos, perritos y melodías sonrientes
Siete otoños, entre casitas hechas de sábanas, gallitos ciegos, y oídos sordos
Séis otoños, protegida por los tres mosqueteros en la nueva morada.
Cinco otoños, entre la libertad, la brisa de verano, el sonido del tren y el verde del enorme campo.
Cuatro,
Tres
Dos
Uno

Inocencia.
No hay más que imágenes chorreadas, sonrisas y soles radiantes.
Hace veintiún otoños acaeció esta niña.
Que solía ser feliz, ingenua, inocente, etcétera, etcétera.
¿Con qué propósito?
¿Con qué sentido?
Hace cinco otoños que lo está buscando.
Hace tres que se ha rendido.
Hace dos que sigue respirando.
y hace un día
 decidió que merece y debe encontrarlo.