sábado, 4 de julio de 2020

Desnuda

No se puede estar más desnuda,
broto rocío con cada mínimo toque,
No puede ser más evidente que algo duele,
y quema, y golpea, y maltrata
Y eso hiere más.
La soledad que me invade al lastimar,
Soy una bomba 
Lista para detonar
No sé cómo ayudarme,
no sé cómo dejar de herir
no sé cómo dejar de sentirme herida
Algo falta,
Ahí donde quema
En la oscuridad
No hay nada.
No se puede estar más desnuda
Más indefensa
Tras una máscara que se cae a pedazos
Soy esto
Piel y hueso, y agua salada
ante la indiferencia del que hiere
las heridas de mi mente
¿Cuánto falta para que cicatricen?
¿Cuánto más tengo que herir a los demás para darme cuenta
de que solo me hago mal a mí misma?
Soledad, hasta que no encuentre una solución a este nudo
Soledad hasta que mi alma vuelva a su sitio
y salga de mi garganta donde se encuentra escondida
hace ya varios años.

2 comentarios:

  1. En el dolor nos creemos solos, abandonados a nuestra suerte, como si fuésemos incapaces de rescatarnos a nosotros mismos y nadie puede comprenderlo. En parte, puede ser cierto que otro no sentirá exactamente del mismo modo, pero no es cierto que no pueda comprender. A veces sólo se necesita compartir el peso y aligerar la carga. Una forma excepcional es justamente escribir. Escribir, en lo que a mí respecta, me salvó, o al menos, me ayudó a entender(me), a procesar, a asimilar y digerir. Desde allí aprendí que de los dolores más profundos pueden nacer las creaciones más sublimes. Así que utiliza la palabra como fuente de entendimiento, a la vez que de sanación. Transfórmate vomitando en versos lo que sientes, lo que ignoras, lo que duele, lo que te quita el sueño y así, un día, quizás puedas respirar con cierto alivio.

    A tu edad me sentí muy, muy parecido, quizás hasta peor, no lo sé. Y a estas alturas no lo resolví todo, pero he aprendido mucho.

    Eso es lo que puedo recomendarte por ahora: Escribir como lo estás haciendo.

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  2. A veces no queda más que aceptar nuestra sombra, aceptar el dolor, sufrir y llorar hasta quedar vacíos... y escribir, escribir y escribir. Respira profundo, siente el vacío, vive el vacío y luego... sal de ahí.
    No te conozco pero siento que compartimos una forma de doler...
    Abrazos.

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